Ciertamente quedan años de esperanza hasta el 2016
Esperanza en que consigamos, entre todos, tan ilustre título de Capital Europea de la Cultura.
Para ello, seguro quedan meses y años de reuniones, de puestas en común, de mesas redondas, de charlas brillantes impartidas por conferenciantes brillantes..
y todo para que los ciudadanos de Santander nos hagamos más ciudadanos, sintamos más nuestra esta bella ciudad.
He escuchado ya varias propuestas para prepararnos estos años para que esa candidatura sea cada vez más fuerte.
Recuperar nuestro frente marítimo para la ciudad, recuperar edificios singulares y convertirlos en museos, itinerarios culturales, etc...
Pero no debemos olvidar los adultos, que la cultura se cultiva en los jóvenes, para que germine adecuadamente a lo largo de la adolescencia, y crezca durante nuestra edad adulta.
De nada serviría crear un ambiente, un espacio cultural en nuestra ciudad, de espaldas a los más jóvenes, a los niños y adolescentes... esos que dentro de 7 años, en 2016 serán mayores de edad.
La cultura se traduce en convivencia, en respeto por los demás, por las ideas diferentes a las nuestras, por la capacidad de razonar, de discutir, de argumentar.
Santander debe entrar en sus aulas, y en la medida que las competencias (tan compartimentadas ultimamente) lo permitan, crear espacios y foros para que los jóvenes escuchen hablar de ciudadanía, eso que algunos encumbran y otros critican por su malintencionada utilización política.
dejemos a un lado partidismos, y pensemos en que la inversión que se destine a que nuestros niños de hoy serán los jóvenes adultos en 2016, es la mejor inversión para conseguir ciudadanos que se sientan orgullosos de pertenecer a nuestra polis, a Santander.