viernes, 25 de diciembre de 2009

SUSURROS DE NAVIDAD

Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde.

Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuano Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

Hizo un último recorrido por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos le seguían...

Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermos le andaba siguiendo.

En la penumbra lo reconoció.Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizás pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:

-"Decidle a... (susurró el niño) decidle a alguien, que yo estoy aquí"

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